Se tiñe el cielo, de amor y muerte,
de incertidumbre y suerte.
Pintando tú el cuadro de mi mente,
la escena en mi cabeza ya es inerte.
Tengo cuatro versos y no sé
lo que pienso al verte,
lo único que puedo hacer es quererte.
Y vuelven esos ojos pantanosos,
a mirarme y entristecerme,
vuelvo yo a caer y tú a levantarme.
Te quiero, pero ahora solo quiero amarte.
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