Érase una vez un niño,
maltratado por todos, saciado por nada
los años pasaban y el joven aprendía,
golpes se daba, veces contra espejos,
otras contra asfalto.
Nada satisfacía, nada le alegraba,
¿Y es que tú ves algo bello en lo ocurrido hoy día?
¿Él sería ciego?
Estúpido a veces, pero observador era,
buscando siempre algo que le agrade,
todo decepcionado.
¿Qué mas podría buscar?
Solo hay vías de escape momentáneo,
pero es imposible salir de este callejón sin salida.
¿Quién podría ayudarle?
Sentimientos le daban vida, pensamientos le comían.
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