Su sonido entró a temprana edad por mis oídos,
aquellas vibraciones llegaban a mi tímpano,
inundando de belleza mi ser,
preciosidad no palpable.
¿Quién pudiera hacer tan hermoso arte?
Produciendo en mí sentimientos y emociones,
¿Cómo sería posible no amarte?
Perfección para mis pesadillas,
haciendo de ellas un despertar.
Entonces me decidí yo de hacerla a ella,
la mas hermosa, si las musas me acompañan,
buena será mi campaña,
pues creo que solo estoy aquí para componerla
y perfeccionarla, con mi lira y
mis escritos, haré yo de ella la mas deseada.
Preciosidad de los cielos que en tierra no habita,
inusual su aparición, haciendo de ella una diosa.
Un mundo sin música, un mundo sin vida.
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