El arpa fue tocada por la mujer,
la bestia durmió en letargo insospechado,
desconocido el momento que despierte.
Y algún día volverá, aquella rabia resentida
que tanto alimentó a aquel ser,
llamada ira, el bulldozer de tus sueños,
todo se lleva, nada te queda.
Duerme querido diablo,
que el día que fuiste ángel ya quedó lejos,
que ya te cortaron las alas, te
pusieron cornamenta y no te queda
nada por regir en los cielos.
Únicamente te queda el propio caos
y hasta que termine tu narcosis,
no volverás a mandar.
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