Héroe de leyenda

Alguien se fue lejos, 

quién sabe si se lo llevo diablo o ángel,

dijeron que su vida era basta,

dijeron que su cruz era pesada.

Hablaron de él como un héroe,

pues así quedan todos los muertos.

Pena es que sean reconozcan después

de muertos como lo que son.

¿Y cuántos mas como él tendrán que morir?

Y siguen cayendo como ratas en la trampa,

no tuvieron paciencia por tomar un bocado

del corazón de queso.

Ahogaron sus penas en botellas,

secaron sus lágrimas en ellas,

por dentro se mataban,

por fuera se alegraban.

Anestesia para la vida,

escape hacia la muerte.

Una bestia llamada ira

El arpa fue tocada por la mujer,

la bestia durmió en letargo insospechado,

desconocido el momento que despierte.

Y algún día volverá, aquella rabia resentida

que tanto alimentó a aquel ser,

llamada ira, el bulldozer de tus sueños,

todo se lleva, nada te queda.

Duerme querido diablo,

que el día que fuiste ángel ya quedó lejos,

que ya te cortaron las alas, te 

pusieron cornamenta y no te queda

nada por regir en los cielos.

Únicamente te queda el propio caos

y hasta que termine tu narcosis,

no volverás a mandar.

¿Para qué?

¿Y para qué me das dinero?

Si tengo lo que necesito, 

no lo que quiero.

¿Y para qué me das cobijo?

Si quiero volar libre,

no soportar una tortura.

¿Y para qué me tratas como un niño?

Si quiero complicidad,

 no conformismo.

¿Y para qué me falseas tanto?

Si quiero sinceridad,

no vacíos vocablos.

¿Y para qué ladras y no muerdes?

Si las lecciones ya me las da la vida,

y no un garrote de plata.

¿Y para qué dices que educas?

Si yo solo obedezco a mis pensamientos,

no a las órdenes de un desamparado.

¿Y para qué me pides lo que no tengo?

Si no soy pura perfección,

soy humano, al igual que tú.

Y si es que no lo ves, aquí te lo hago saber.

He's gone and now she's coming

El optimismo se fue y dejó la puerta abierta,

el día que alguien entre por ahí tendré la escopeta

a disposición otra vez.

Defensa como único único bienestar,

conciencia como única compañía.

Siguiendo el camino, ahora parado para descansar,

sé que alguien entrará por la puerta,

saldré con ella, no lo podré evitar.

Me iré con la esperanza, me hará compañía,

junto con mi conciencia, juegan en el patio de atrás,

destrozando la hierba que tanto cuidé,

no supiste tenerlos a raya,

andan a sus anchas.

Como niños en el recreo, andan sueltos

disfrutando de su libertad momentánea,

alguien acabará mal.

Están dentro de tu cabeza y no los ves,

juegan contigo y ahora lo lees.

A una sin corazón

Érase una chica alegre y febril,

a la cual la vida trató con acción hostil,

la tristeza se le contagió en llanto,

mirada nublada, su cielo ahora gris.

Algún día sería el llover,

 la tempestad tenia que caer.

Aquí llovieron lágrimas,

allí se hicieron truenos,

los sueños de otros acabaron

por los suelos.

Ella ahora un cambio dió a su vida,

sedienta de venganza contra la misma,

jugó con lo que veía, dejándolos,

así mismos, como ella se sentía.

Y es que ella podría haber tomado otro camino,

negando la tristeza, vivía la venganza,

hasta que algún día, espero,

se dé cuenta de la innecesaria matanza.

Una cadena de odio y dolor

Aquí me encuentro, ya dejé de buscar

porque ante mí tengo lo que parece ser,

lo único que quiero es acabar,

asimilada está la situación.

Y ahora pides el precio que 

yo aquella vez tuve que pagar,

¿No ves que soy un mendigo ya?

Y puede que te tratasen como a un esclavo,

y puede que te dejasen sin un centavo,

aquí hablo como la muchedumbre cree,

poniendo precio a la felicidad,

pues ahí lo tienen, todos endeudados.

¿Y qué culpa tengo yo de que tú seas un sin techo?

Ya me he compadecido suficiente,

¿Y es que alguien lo hizo por mí?

Y es que nunca caeré, me niego a ser
uno de ellos, a provocar el adulterio,
fiel a mis palabras antes que a cualquier ser,
y que prometa, que jamás caeré.

Porque más fiel tengo que ser a mi mismo,
antes que a la gratuita obscenidad.

Por eso mismo como mendigo quedo,

vacío, hueco, ¿Y en qué ataúd se hallará?

aquella felicidad..

Si es que te trataron como un perro,

yo a esa situación me aferro,

sin dar tu brazo a torcer,

vagaré todavía solo por estos caminos.

Y así seguiré, por culpa de los que

mataron tu alma sin caridad alguna,

esclavizados por una cadena de odio y dolor.

Hasta donde me lleve el viento

Euforia, rabia, adrenalina,

empieza el círculo vicioso, aquí vamos de nuevo,

desconectado el cerebro.

Vivo el momento,

inconsciente de lo que me rodea,

me concentro en mi trabajo.

Haciendo de mi vida un destajo,

anteriormente te he engañado,

¿Al lector o al autor?

Un gran dilema aquí señalado, 

colaterales los daños, 

recordados por año.

Tristeza, melancolía, fragilidad,

sigue el ciclo del caos, siguiendo el camino,

sin apenas fuerzas, herido ya.

Cicatriza, belleza, cicatriza,

que por ti estoy yo sangrando,

y sin remedio sigo andando.

Ahora a paso lento,

antes como si de huida se tratase,

¿Y de quién huiría yo?

De no ser del que vive debajo

de mi piel que de él rehúso a 

través de una lira y un pincel.

Vacío me encuentro ahora,

después de desahogar la herida,

seca está la sangre, cicatrizando.

Aquí, voy de nuevo, volverá a empezar

en cualquier momento, quiera o no,

estoy expuesto a todo.

Mutilada acabará mi alma.

Vive el suicidio

Asiento como mentiras,

 soga como verdad, 

mal sería, descubrir el final.

¿Se abrirían las cortinas?

Algún día,

desear que ocurra para

que la paranoia deje de ser

inciertamente destructiva.

Una maldita función,

el drama de los morbosos,

has pagado para ver esto,

no desaproveches tu costo.

¿Quién sabe cuándo podrías ser mendigo?

Vive el suicidio.