La vida acabó
al despertar de la pesadilla,
la lengua es quemada por
algo más que una guindilla.
El camino al infierno se hizo,
ahora ya eterno.
Quemada fue la carne,
congelado el corazón,
mente saturada,
perdida la razón.
Se tentó a la suerte
y ahora llegó,
algo peor que la muerte.
La vida en pena hasta el fin
de la gruesa vena.
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