30 de enero de 2013

Un exótico ser

Alegre cascarón, huevo podrido,
de él salió un polluelo,
entonces querido como al cielo.

Era bruno como el oro negro,
era triste como el cielo gris
en un día de San Valentín.

Afectado en agonía,
día a día rechazado por otros,
sin importar lo que el sentía
al niño sin aforo.

El despertar del ánima

La vida acabó
 al despertar de la pesadilla,
la lengua es quemada por
 algo más que una guindilla.

El camino al infierno se hizo,
ahora ya eterno.

Quemada fue la carne,
congelado el corazón,
mente saturada,
perdida la razón.

Se tentó a la suerte
y ahora llegó,
algo peor que la muerte.

La vida en pena hasta el fin
 de la gruesa vena.

Lidia a un artista

Arte es la muerte,
cuando está escrita por suerte
y no por la espada del fuerte.

Arte es la muerte,
cuando solo alma en pena queda,
cuando el lloro en el monte suena.

Un río salado baja por las
pupilas pantanosas,
la historia no fue nada mas
que espantosa.

Un muerto cae en tumba,
ahora la gente se derrumba,
pero él tentó al camino,
él fue el dueño de su destino.

19 de enero de 2013

El solitario

Siempre con todos, nunca con nadie,
haciendo su soledad un amigo poco sociable,
despertando cada mañana sin nadie en
su pecho, sin hacer de eso un derecho.

Sin queja aparente de su estado,
matando a aquel malvado pasado
día a día, futuro incierto.

Sin caricia en mente perturbada,
el alma jamás quedará como masturbada.

El placer aparente para los malos,
aquí no hay sitio para los solitarios.

18 de enero de 2013

Busca, busca y encontrarás

Nada queda, todo se va,
vienen y le ponen precio a la bondad.
Penoso mundo de almas tristes,
que miran menos en piel que
en lo que vistes.

Escasa alegría de oro,
perdida entre las colinas,
buscando en la tierra,
dejando allí minas perdidas.

Manos manchadas de carbón,
buscando todavía aquel calor
de fuego de invierno,
de desafío de lo incierto.

Y buscando sigue el minero,
el oro y no el diamante,
en su cerebro todavía sigue,
ese dolor de amargura punzante.

5 de enero de 2013

Siéntelo

Escucha, pero no mi voz,
escucha, el silencio inaudible
siendo los latidos de mi corazón los
culpables de lo mismo. 

Mira, pero no mi cara,
sino lo que llevo en el corazón, deseando
que algún día descanses sobre él.

Tócame, pero no mi piel,
sino el pensamiento que acaricia las esperanzas
de que tu ausencia jamás sea eterna.

Huélela, aquella lujuria
que quemamos la noche pasada
en movimientos meticulosos y sutiles.

Saboréalo, el nuevo beso
de las pasadas mañanas de primavera,
pues la vela se está apagando
y pronto no tendrá mas cera
con la que arder.

2 de enero de 2013

Carpe diem en un pensamiento

Piensas que estoy aquí contigo
disfrutando este momento,
pero en realidad estoy encerrado
en lo que es mi pensamiento.

Piensas que tus caricias
cierran mis heridas,
pero solo haces que
queden más entumecidas.

Piensas que sigo en el mismo camino,
pero hace que ya dejé,
aquel vino.

Piensas que solo quiero tu cuerpo,
quiero más de lo que tu crees
y no lo veo en tu seno.